Si hay un recuerdo que simboliza República Dominicana, ese es el larimar. Esta piedra azul, exclusiva del país, solo se encuentra en las montañas de Barahona, en el suroeste de la isla. Su color, que va del celeste al turquesa intenso, recuerda el mar Caribe y el cielo tropical. Se utiliza en joyería artesanal para fabricar collares, anillos y pulseras que combinan elegancia y autenticidad.
El ámbar dominicano también es muy famoso. A diferencia del ámbar de otras regiones del mundo, el de República Dominicana puede tener tonos dorados, miel o incluso azules, lo que lo convierte en una pieza muy valorada por coleccionistas. Algunas piezas contienen insectos o burbujas de aire de millones de años, lo que las hace aún más fascinantes.
Comprar joyas de larimar o ámbar no solo es adquirir un recuerdo bonito, sino también una pequeña obra de arte natural, testimonio de la riqueza geológica de la isla. Se pueden encontrar en tiendas locales, mercados de artesanía o en galerías de Santo Domingo, Bayahibe o Punta Cana.

