En República Dominicana, las relaciones homosexuales entre adultos son legales desde 1822. Sin embargo, la ley no reconoce el matrimonio igualitario, ni las uniones civiles, y tampoco existen protecciones claras contra la discriminación por orientación sexual o identidad de género.
Esto significa que ser LGBTQ+ no es ilegal, pero tampoco hay garantías en materia de derechos, protección laboral o reconocimiento familiar.
En pocas palabras: no te pueden detener ni incriminar por tu orientación sexual, pero los derechos legales siguen siendo limitados, lo que influye tanto en la cultura como en la percepción social.

