Uno de los mayores atractivos de la República Dominicana es su bajo costo de vida en comparación con Europa o Estados Unidos. Para una persona sola, vivir cómodamente cuesta entre 900 y 1.300 dólares al mes, dependiendo del estilo de vida y la zona.
Los alquileres son mucho más accesibles que en otros destinos turísticos del Caribe. Un apartamento cerca de la playa puede costar entre 400 y 700 dólares mensuales, mientras que la comida y los servicios básicos siguen siendo económicos si se consumen productos locales.
Eso sí, los salarios locales son modestos. El ingreso promedio ronda los 500 a 600 dólares mensuales, por lo que la mayoría de los extranjeros trabajan de forma remota o viven de su pensión o ahorros. Quienes reciben ingresos en dólares o euros disfrutan de una excelente calidad de vida gracias a la diferencia de costos.

